1874 (Encinas)
Ningún día es bueno para jugar a las despedidas, más cuando sabes que echarás de menos. Qué felices los días de detalles y sorpresas (eso que solo tú y yo sabemos). Olor a buñuelos. Las tardes de musas. Las noches en vela porque brotan las ideas. Los lunes literarios. Abril, que en nada dejará paso a mayo. Los proyectos que buscan su camino. Aquí os dejo un retazo... que yo seguiré hilando vidas y personajes, buscando el momento, soñándolo paso a paso. 1874 Aquel primero de septiembre de 1874 amaneció entre nieblas. Y así habría de persistir hasta mediados de mes en un intento de simular que La Mimbre fuese un pueblo fantasma envuelto en brumas, olor a uva fermentada y a higos maduros. La última cuadrilla de corcheros partiría esa misma mañana llevándose los restos de los descorches y sus aparejos, como si presagiaran la humedad de la bruma y la velada luz que se había