Microrrelato VIII
A media voz
Al otro lado escucho su lectura a media voz, profunda y de una entonación inmejorable. Respeta las pausas, declama las admiraciones y preguntas. Lee una hora. Después suspira y apaga la luz. A los diez minutos ronca y si se desvela retoma la lectura, pero esta vez en silencio. Así me he perdido algún que otro capítulo interesante. Aunque este pequeño detalle no me importa; a la noche siguiente pego de nuevo la oreja a la pared atrapada por la voz del desconocido inquilino del piso de al lado.
Esta mañana, como una colegiala ruborizada y nerviosa, he sucumbido a la tentación: desde hace apenas veinte minutos le espera un libro de relatos eróticos discretamente envuelto en papel de estraza en su buzón.
E. Molano Gil
(Microrrelato finalista en el V Premio de Microrrelatos Manuel J. Peláez. Zafra, junio de 2017)
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